Con la bajada de las temperaturas nos bajan las defensas y durante los meses de invierno podemos caer más fácilmente en resfriados y gripes. Es importante cuidar nuestras defensas y protegernos correctamente contra los virus y los catarros, además de tomar las medidas necesarias para que no se propaguen los virus.
Gripe y resfriado
El resfriado, comúnmente conocido como catarro, es una infección viral leve muy contagiosa que afecta principalmente al sistema respiratorio superior. Por lo general, los síntomas suelen durar entre tres y diez días. Los síntomas se caracterizan principalmente por estornudos, secreción nasal, goteo y congestión nasal. Otros síntomas pueden ser dolor o flema en la garganta, picor, tos, ojos llorosos, cansancio y sensación de malestar general. En un resfriado suele haber fiebre, si la hay es muy baja.
La gripe es una infección provocada por un virus que de la misma forma afecta a las vías respiratorias y que es de muy fácil contagio. La fiebre es el principal síntoma de alerta, con temperaturas superiores a 38,5 grados. Las vías respiratorias se taponan con la mucosidad producida y al principio de la gripe la tos suele ser seca, pero poco a poco la congestión va en aumento evolucionando a una tos productiva. Otros síntomas pueden ser dolor de cabeza, malestar general y dolor muscular. También es frecuente que perdamos el apetito cuando estamos pasando un proceso gripal.
La gripe requiere de muchos cuidados para evitar que se complique y se convierta en una enfermedad más grave como pulmonía o neumonía.
Consejos para prevenir el resfriado
- Lavar las manos: es un hábito de salud indispensable que se debe inculcar a los niños desde que son pequeños, ya que las manos son el principal medio por el que muchas bacterias y virus llegan al organismo. La higiene tiene que ser constante, con agua y jabón. Hay que hacerlo varias veces en el día y antes de manipular algún alimento. Se deben lavar despacio y frotando entre los dedos.
- Taparnos al toser o al estornudar y usar pañuelos desechables. Es importante lavar las manos tras esto, así se eliminará el virus.
- No compartir los artículos del niño con otros. Lavar con agua caliente y jabón todos estos artículos.
- Es importante ventilar los espacios cerrados todos los días.
- Una buena alimentación: Una forma de mejorar y aliviar los síntomas es llevar una correcta alimentación, ya que reactivará el sistema inmune. Si el niño tiene una carencia nutricional esencial, hará que el organismo funcione peor y se encuentre más débil. Por eso, la dieta que recomendamos que deben seguir es la mediterránea, ya que incluye todos los alimentos necesarios y es rica en vitaminas. Los padres les deben dar mucha fruta, verdura, pescado y carne para garantizar que el sistema inmune se mantenga en buen estado.
- Es primordial, incrementar el consumo de líquidos (lo recomendable para un niño es de un litro) a través de agua, leche, jugos, purés o caldos. De esta manera se repondrá el líquido y las sales minerales que se pierden a través del sudor.
- Además, podemos tomar algunos complementos que te ayudarán para ayudar a tus defensas.
Inmunofluid es un complemento alimenticio que activa las defensas a base de Equinácea, zinc, selenio y vitaminas. A base de Equinácea pallida ECHINOSHIELD, Arabinogalactano de Alerce Fiberaid, Zinc, Selenio, Vitaminas B6 y B12. Con zumos de Grosella y Saúco.
Está indicado para mejorar el sistema defensivo de los más pequeños a partir de 3 años.
Estimula las defensas inespecíficas para combatir de manera más efectiva las infecciones por virus y bacterias, como las de la gripe y los resfriados.
Muy útil para favorecer el funcionamiento del sistema inmune.
Además, no contiene gluten y tiene un agradable sabor a frutos rojos.
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